viernes, 5 de junio de 2009

Como Analizar el Mercado Técnicas para entender el comportamiento de las acciones





Factores cíclicos a largo plazo

A lo largo de la historia, el factor más poderoso de crecimiento a largo plazo fue la industrialización. Muchos países han experimentado ese rito económico de pasaje o se encuentran en el proceso de hacerlo. Entre los países que se encuentran en las etapas iniciales de esta transición económica, se incluyen: China, India, Brasil y Rusia. Cuando estas enormes economías alcancen al G7 de economías industrializadas, es probable que impulsen fuertemente el crecimiento global.
PBI per cápita, 2005 $

Estados Unidos 42.125

Reino Unido 36.690

Japón 35.824

Rusia 5.340

Brasil 4.370

China 1.700

India 733

Promedio de G7 37.670

Mundo 7.340

Los temas económicos que pueden llegar a tener un efecto significativo en el crecimiento mundial están interconectados. Por ejemplo, las materias primas necesarias para llevar a cabo el proceso de recuperación en los países en desarrollo, inevitablemente, aumentará la competencia mundial por los recursos naturales finitos. El ejemplo más visible es el aumento brusco en el precio del petróleo. Inicialmente, la gran demanda de materias primas causa fricción porque los países luchan para asegurar suministros suficientes para su propio consumo interno. Pero mirando al futuro, los precios altos estimularán la búsqueda de fuentes alternativas de energía.

Energía

La demanda mundial de energía se elevara en forma significativa durante las dos próximas décadas. La Agencia Internacional de Energía prevé que el consumo de energía se duplicara para el año 2030. No sólo las economías en crecimiento requerirán de grandes cantidades de energía para llevar a cabo su transición económica, sino que la creciente dependencia de los países occidentales de tecnología cada vez más sofisticada, también contribuirán a un incremento constante de la demanda de energía.

Existen dos problemas respecto de la dependencia mundial de los combustibles fósiles:


El más obvio es que en algún momento se extinguirán. Aunque una mayor sofisticación del equipo ha permitido descubrir mayores reservas de petróleo, y el incremento en el precio del combustible durante los últimos años ha provocado que resulte económico poner en actividad fuentes de combustible que no resultaban comercialmente viables para la extracción a precios más bajos. Pero las reservas son limitadas y es probable que durante el transcurso de este siglo, los combustibles fósiles se agoten.
El segundo problema es el efecto que causa la combustión de los derivados del petróleo en el medio ambiente. Existe considerable incertidumbre en la ciencia del calentamiento global, si es causado por el hombre o el resultado de un desarrollo natural. Pero, en general, se acepta que la actividad humana ha contribuido a aumentar el problema.


En términos medioambientales, la industrialización atraviesa dos etapas:

La primera, por construir infraestructura, ciudades e industrias básicas, se ha prestado poca atención a la contaminación que esto genera. Pero en la segunda etapa, a medida que la sociedad se enriquece, se pone mayor énfasis en contar con un medio ambiente limpio. Por ejemplo en China, donde todo el énfasis esta puesto en el desarrollo económico, se están introduciendo medidas tendientes a reducir la contaminación del aire.

La demanda energética, junto con una tendencia hacia la mejora ecológica, posee consecuencias importantes para dos granes industrias: la generación de energía y fabricación de automóviles.

Generación de energía

Se ha realizado una cantidad considerable de estudios e inversiones para tratar de desarrollar fuentes alternativas de energía, como la energía solar e hidroeléctrica, la mareomotriz, la energía de las olas, la energía eólica, y el biocombustible. Pero la desventaja que presentan todos ellos es que simplemente “suavizan” el problema. Pueden, junto con otras mejoras en la conservación energética, representar un aporte útil al problema en general, en especial en el corto a mediano plazo, pero no constituyen la solución definitiva.



La gran economía automotriz

Lo que Lady Thatcher alguna vez describió como la “gran economía automotriz” trae enormes beneficios para los individuos, pero la economía en su totalidad, trae aparejados efectos colaterales negativos y significativos.

El programa medioambiental de la ONU prevé que podría haber 200 millones de autos nuevos, dos veces la cantidad actual en las rutas de los Estados Unidos, si la propiedad automotor en India, Indonesia y China alcanza los promedios globales.

Conscientes del impacto medioambiental negativo del paso hacia una economía basada en el automóvil, las autoridades chinas están planteando limitar el daño introduciendo una variedad de estándares de calidad para los motores de los autos, pero dada la duplicación del parque automotor para el 2020, de poco servirá esto para mejorar el problema de fondo, ya que lo mismo sucederá con la demanda de energía para proveerlos de combustibles.

Una de las innovaciones técnicas que ya han sido lanzadas en el mercado es el automóvil hibrido, si bien es mucho mas limpio y más eficiente que el motor tradicional de combustión interna, aún así estos autos producen emisiones de carbono. Sin embargo a largo plazo se requiere de una solución más radical, si es que China y otras economías en crecimiento quieren convertirse en economías basadas en automóvil. La respuesta es otra innovación tecnológica: la celda de combustible.






El problema más difícil con la celda de combustible es cómo guardar el hidrogeno que hace funcionar al automóvil. Su almacenamiento en un cilindro de alta presión implica que el tanque de combustible sea tan pesado y tan aparatoso que sólo podría utilizarse en un autobús. Se esta explorando el uso de otros dispositivos más livianos y más baratos, pero ninguno de ellos ha llegado al mercado aún y si así lo hiciera, el costo inicial de un auto con celda de combustible es probable que sea muy alto, como el existente de alrededor de U$S 1 millón, sin embargo, Toyota, un productor de automóviles japonés, estima que para el año 2015 el precio habrá bajado a U$S 50 000 y General Motors es mucho más agresiva en su política de precios; está apuntando a reducir el costo a U$S 5 000 en solo cinco años, aunque no prevé comenzar con la producción en masa tan pronto.
Los altos precios de la energía deberían promover la innovación

El desequilibrio que existe entre el gran incremento en la demanda y el abastecimiento de petróleo y gas inmediatamente accesible ha elevado los precios en forma significativa. Algunos años atrás, la mayoría de los economistas hubiera predicho que un precio del petróleo a U$ 60 el barril hubiera hundido a la economía en la recesión. Existen varias razones por las que el alto precio de la energía no ha actuado, hasta ahora, como un peso de arrastre en la actividad económica.

  • La demanda que surge de la industrialización es mucho menos sensible a los cambios en el precio del combustible que la demanda cíclica de una economía madura.

  • La economía global puede producir un mayor rendimiento económico por barril de petróleo que en la década de 1980 y 1970, cuando los incrementos en el precio del combustible producían recesiones.

  • Los costos más elevados de energía han ocurrido frente a un trasfondo de presiones inflacionarias atenuadas en otros aspectos de la economía y los precios del petróleo incrementados aún no han alimentado las expectativas inflacionarias, quizás, debido a que se espera que sean temporales.

La consecuencia a largo plazo de los altos costos energéticos será la estimulación del desarrollo de tecnologías de reemplazo para la generación de energía y automóviles.

Las nuevas tecnologías brindaran un combustible más limpio, más barato para la economía global. Los procesos industriales y los emprendimientos industriales necesarios para producir esta nueva tecnología serán una de las fuerzas que darán un impulso ascendente al periodo a largo plazo.

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